En el proceso terapéutico la persona entra en contacto consigo misma, con su cuerpo,con sus reacciones y con cómo ella vivencia lo que está experimentando en ese momento. Es un proceso de descubrimiento y aprendizaje que tanto la frecuecia como la duración varía en función de la persona que lo demanda, también el motivo. La terapia Gestalt trabaja momentos personales donde el grado de satisfacción disminuye y puede ocasionar una crisis o un replanteamiento de forma de vida. Estos momentos pueden coincidir con una separación, el fallecimiento de un ser querido, la pérdida de un trabajo... También acuden a terapia personas que sin vivir ningún momento critico, desean mejorar sus relaciones personales y quieren experimentar un mayor conocimiento de sí mismas. 

La terapia gestaltica aprovecha todo lo que ocurre en la experiencia actual  para que la persona puede reconocer e identificar qué es lo que necesita y cómo puede satisfacerlo. Es en esa experiencia, donde se engloba el resurgimiento de una vivencia pasada y tomar conciencia de lo que sucede a diferentes niveles en ella, hace que como resultado se pueda rehabilitar el sentimiento emocional y corporal. En terapia Gestalt se experimentan movimientos que favorecen al cambio unificando todas las dimensiones del ser humano, permitiendo liberar emociones bloqueadas y creando alternativas que generen un contacto más real y más sano. 

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